Luce radiante en cuatro situaciones diferentes con una prenda básica: la camisa blanca
La camisa blanca es una prenda indispensable en el armario de una mujer. Las hay de cuello formal, en forma de V, sin cuello, de manga larga, de manga corta o tres cuartos, ajustadas al cuerpo o sueltas.
Y la idea es que hoy descubras cómo aprovechar esta prenda al máximo, luciendo un look completamente diferente y apropiado para cada situación. Así que sin más preámbulos vamos a convertir nuestra camisa blanca en la mejor herramienta para lucir espléndidas.
Para el trabajo
Coordina una camisa blanca con un pantalón de caída recta en lino, paño o drill de color gris o negro. Incorpora al atuendo unos zapatos de tacón de punta redonda y no olvides unos aretes de perla y una pulsera pequeña. Si es invierno también puedes lucir un abrigo largo o una chaqueta abierta por delante. Sin duda alguna, se trata de un look sobrio, cómodo y muy fácil de llevar.
Para un día de compras o una salida informal
Combina tu camisa blanca con unos jeans desgastados de pitillo, unas bailarinas tejidas en colores vibrantes como por ejemplo el aguamarina o el fucsia y una pashmina de flores que te otorgará cierto aire hippie. Acompaña el atuendo con un bolso tipo carriel o cruzado con bordados o tiritas de cuero desmechadas, muy de moda esta temporada.
Para una cita
Aunque creas que es una prenda demasiado básica para una cita, bien combinada puede convertirse en tu mejor aliada. Elige una camisa blanca con pequeños vivos en encaje o transparencias y combínala con una falda corta y ceñida de color negro en material liso o en encaje, unas medias negras de seda fría veladas y unos tacones con plataforma para estilizar tus piernas. Si quieres un look más atrevido puedes optar por unos zapatos de color más fuerte, como por ejemplo el morado o el rojo y combínalos con una cartera de mano con brillo. Tampoco debe faltar un collar largo sencillo que destaque tu torso y le aporte ese toque chic a tu look.
Para un cóctel
Si te han invitado a un cóctel opta por una camisa blanca en velo con un pantalón suelto de material liviano escarchado con lúrex o con visos. Completa el atuendo con un bolso pequeño con cadena para colgar desde el hombro y unos zapatos de tacón preferiblemente brillantes con una rosa o un moño. Además, unos aretes largos de cristal con mucho brillo destacarán tus facciones.
Después de todos estos consejos, tu camisa blanca dejará de resultarte aburrida para siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario